Investigadores de la
Universidad de Purdue (EEUU) han desarrollado un prototipo que permitiría a las
fuerzas del orden hacer uso de cámaras localizadas en lugares públicos como
aparcamientos, campus universitarios, parques o autopistas para velar por la
seguridad como apoyo a los circuitos cerrados de televisión. El sistema podría
ser de utilidad para aumentar la seguridad pública y en casos de emergencia,
como operaciones de rescate ante catástrofes naturales.
Por lo general, las cámaras
de vigilancia operan en circuitos cerrados de televisión (CCTV), disponibles
únicamente para personal autorizado. Sin embargo, en los últimos años han
proliferado ciertos equipos que son accesibles al público sin necesidad de una
contraseña. Se trata de cámaras que a priori no cumplen funciones de
vigilancia, pero que se pueden utilizar para aumentar la seguridad pública
integrándolas correctamente con los sistemas de vigilancia actuales.
Ese es el objetivo de una investigación emprendida desde la Universidad de
Purdue, en Estados Unidos, que las fuerzas del orden puedan aprovechar las
imágenes que recogen aquellas cámaras desplegadas por los gobiernos municipales
y estatales a lo largo de carreteras e intersecciones, parques nacionales,
obras y otros lugares públicos.
Según explica la universidad en un comunicado, los investigadores comenzaron probando un
sistema que permitía a la policía ver localizaciones y ángulos de visión de
CCTVs. Ahora, el trabajo incorpora además grabaciones en tiempo real de otras
cámaras públicas con las que esperan crear una red que poco a poca vaya
ampliando su cobertura.
La herramienta podría ser de utilidad para aumentar la seguridad pública,
ayudando a la policía a dar una respuesta rápida cuando fuera necesario, así
como para poner en marcha un plan de rescate en caso de desastres naturales u
otras emergencias públicas.
Públicas y privadas
El nuevo sistema es una combinación de dos técnicas existentes previamente,
VALET y CAM2. La primera permite visualizar múltiples colecciones de datos,
incluyendo escenas de un crimen, actuaciones de servicios médicos de
emergencias, localizaciones de bandas de grafiteros, eventos señalados o el
tiempo. La segunda es una herramienta de visualización y análisis interactivo
que muestra las ubicaciones y orientaciones de las cámaras de esa red pública.
"El sistema integra cámaras de acceso público con las de circuito cerrado
de televisión", destaca el investigador David Ebert. De esta forma
consiguen detectar rápidamente qué área está cubierta por qué tipo de cámara.
Esto puede ser útil cuando se produce un delito, para orientar al público sobre
las rutas más seguras o para optimizar la colocación de nuevas cámaras en base
a los patrones de criminalidad registrados.
El prototipo se ha puesto en práctica utilizando las cámaras de la red con
fines de seguridad pública. CAM2 es un sistema abierto, por lo que posibilita
que cualquier investigador interesado se registre como usuario. Y la
integración se ha llevado a cabo a través de VALET, cuyo potencial se puede
demostrar con dos estudios de caso. Uno de ellos utiliza información de los
crímenes para llevar a cabo la investigación, mientras el otro contextualiza y
mejora el conocimiento de los hechos recurriendo a las redes sociales.
Además, a diferencia de las CCTV, cuyo acceso es restringido, el hecho de que
se incorporen cámaras de acceso público permite que cualquiera pueda superponer
referencias a través de VALET, por ejemplo la ubicación donde ha tenido lugar
un delito.
Una vez probado con éxito el prototipo, el trabajo continuará tratando de
incorporar nuevas cámaras de la red pública así como ampliando el sistema a más
ciudades. De esta forma, mientras más cámaras se incorporen, mejor será la
cobertura de los sistemas de vigilancia. "La herramienta puede
proporcionar información para mejorar la seguridad pública, al permitir que las
fuerzas del orden evalúen si la cobertura es satisfactoria”, matiza Ebert.
De la investigación a la vigilancia
CAM2 localiza cámaras de la red pública, identifica ciertas propiedades como la
ubicación y la orientación -ya sea en interiores o al aire libre-, así como el
tamaño y la velocidad de los fotogramas. La información se muestra en un mapa
para que, tanto las fuerzas del orden como el público en general, conozcan y
puedan visualizar las zonas que son vigiladas a través de esta red.
Inicialmente, el sistema se desarrolló para su uso como herramienta de
investigación, utilizando computación en la nube y procesamiento de imágenes.
“Aunque está pensada para la investigación, sería de gran utilidad para la
seguridad pública y nacional", reconoce el investigador Yung-Hsiang Lu. Y
es que, entre sus ventajas, puede generar grandes cantidades de datos a partir
de las miles de cámaras públicas que conforman la red.
“Si consultamos una imagen de cada cámara por minuto, obtendremos millones de
imágenes en un solo día", añade Lu. Es por ello que algunas de las
investigaciones que se llevan a cabo dentro del proyecto CAM2 requieren el uso
procesadores muy potentes para recuperar y analizar los datos.
Fuente: Tendencias21
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