La
oficina de despacho de transporte terrestre utiliza tecnología RFID para
controlar los taxis estacionados, y sensores BlipTrack para monitorear a los
pasajeros en la parada de taxis, lo que da como resultado un servicio más
rápido y con menos espera.
Si
toda la flota de taxis de la ciudad pudiera recoger pasajeros en el aeropuerto,
las largas colas serían algo del pasado- y también el poder adquisitivo de los
taxistas. “Como trabajan por turnos, cuantos más viajes hacen, más dinero
recaudan”, explica David Boenitz, director de transporte terrestre del
aeropuerto internacional de San Diego. Sin embargo, si los 1.500 taxistas
pudieran recoger pasajeros en el aeropuerto, desaparecería la oferta, y
“algunos taxistas no ganarían nada”. Para no mencionar las dificultades que
enfrentaría el aeropuerto con una cantidad no controlada de taxis esperando.
Por lo tanto, el aeropuerto emite 362 permisos. También le entrega a cada uno de esos taxistas un tag RFID TransCore eGo pasivo de frecuencia ultra alta (UHF). La oficina de despacho de transporte terrestre utiliza un lector RFID TransCore para recolectar los números de identificación de los tags eGo dentro de los taxis estacionados. Entonces, basándose en su estadía en el estacionamiento, los direcciona a una de las dos filas para tomar taxis (hay dos terminales, con una cola diferente cada una.) Esto hizo que el aeropuerto tuviera control sobre la oferta, pero la demanda seguía siendo un misterio. “Sabemos que tenemos 100 taxis, pero no sabemos si hay 200 personas esperándolos”.
El aeropuerto podía enviar empleados para que realicen los conteos periódicos, pero eso solo proporcionaba imágenes de los tiempos de espera, por lo que buscaron una solución tecnológica. Una opción, explica Boenitz, era colocar cámaras infrarrojas en toda el área de espera y, luego, utilizar un software para detectar la cantidad de personas esperando, como también los tiempos de espera. Pero los días calurosos, agrega, el calor proveniente de la vereda podría hacer que los conteos sean imprecisos. Por lo tanto, el aeropuerto optó por no probar esa tecnología.
En cambio, hace poco más de un año, en una de las dos terminales, el aeropuerto comenzó a evaluar la tecnología de Blip Systems, quienes utilizan portales, conocidos como sensores BlipTrack, que recolectan las direcciones MAC que son transmitidas por las radios Bluetooth y Wi-Fi en los dispositivos móviles. Entonces, los sensores codifican y timbran con sello de tiempo los números y se los envían al servidor, proporcionado por Blip Systems.
En el aeropuerto de San Diego, se instaló un sensor BlipTrack sobre la vereda donde las personas esperan los taxis. Se instala un segundo sensor donde los pasajeros entran a los vehículos. Entonces, cuando alguien con un dispositivo móvil que transmite una dirección MAC se conecta, se registra el tiempo de la primera lectura. Entonces, el sistema utiliza el tiempo de la última lectura de esa misma dirección, desde el sensor cerca del final de la línea, para determinar el tiempo de espera de esa persona.
El
mayor beneficio de utilizar la solución de Blip Systems ha sido la capacidad de
despachar taxis desde la zona de espera hasta la fila de acuerdo a la demanda
real, basándose en el momento del día, los feriados o los picos debido a
convenciones. Además, brinda evidencia empírica en cuanto a si las empresas de
taxis (representadas por un consorcio) cumplen con su contrato con el
aeropuerto, el cual consiste en brindarle al aeropuerto suficientes taxis como
para que los tiempos de espera no excedan los 10 minutos.
El aeropuerto ha decidido dejar los sensores. Ahora, están en el proceso de instalar más lectores en su otra terminal, para poder monitorear los tiempos de espera en ambas filas.
El próximo paso es integrar los datos de Blip Systems con el sistema de despacho que el aeropuerto utiliza para llamar a los taxis; actualmente, los despachadores todavía necesitan referirse a los tiempos de espera que muestra la plataforma de Blip y, luego, llamar a los taxis. Una vez que la integración esté completa, explica Boenitz, “si hay 15 direcciones MAC en la fila, se piden 15 taxis”.
Luego de que la tecnología esté plenamente integrada, el aeropuerto espera utilizar un indicador o anuncios digitales dentro de la terminal para informar a los viajantes acerca de los tiempos de espera. Esto ayudará a los viajeros a decidir si quieren utilizar un transporte más rápido como Uber o Lyft.
Boenitz explica que el aeropuerto tiene contrato con cuatro servicios de transporte compartido (Uber, Lyft, Wingz y un proveedor local). El aeropuerto recibe un pequeño porcentaje de los proveedores basándose en los pasajeros que pasaron a buscar por el establecimiento.
En los últimos años, un número creciente de viajeros han comenzado a confiar en los servicios de transporte compartido para llegar a los aeropuertos o irse de ellos, y el transporte compartido es, generalmente, más económico que un taxi. Sin embargo, explica Boenitz, cuando hay mucha demanda, los tiempos de espera para los taxis son más cortos. Los viajeros que quieren llegar a su destino optan por tomar un taxi si este sale más rápido.
Fuente: rfidpoint
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